Entrevista a Hernando Aramburo-Restrepo, autor de Teatro para el descanso

Hernando AramburoEntrevista a Hernando Aramburo-Restrepo, autor de Teatro para el descanso.

¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Quién o qué te inspiró a hacerlo?

No recuerdo en qué momento se me metió ese bichito de la escritura. Creo que tendría por ahí doce o trece años, cuando escribí mi primera obra de teatro, un escrito enmarcado en la época de los césares de la antigua Roma. No tengo registro de aquella obra. La escribí en un cuaderno de colegio el mismo que debí haber desaparecido al terminar el año de estudio cuando decidíamos librarnos de todo lo que tuviera que ver con estudios pasados, como desprendiéndonos de una peste.  Ya después, cuando tenía algo más de veinte años escribí una obra basada en un cuento de un escritor colombiano llamado Rafael Arango Villegas, y de ahí en adelante por virtud de la pasión por el teatro, he seguido, no solo escribiendo, sino también participando de muchas maneras en el arte dramático.

¿Por qué esta obra? ¿Qué te propones con ella?

“Teatro para el descanso” es la recopilación de tres piezas dramáticas escritas en varias etapas de mi vida, que tiene motivaciones diferentes. Magnolia es una exaltación a la mujer. Es la historia de una mujer que se ve obligada a luchar duramente, sorteando toda clase de obstáculos en el pasar de su vida. Al final es la representación conmovedora del trajinar convulsivo de tantas mujeres que viven la vida batallando sin tregua.

“En la noche se lavan los pecados”, resalta la complejidad de las migraciones forzadas por razones de violencia generalizada.

“¿Y todo para qué?”, pretende exhibir de una manera singular la lucha por escudriñar en el mas allá, las intrigas, sinsabores y afectos de lo que debió haber sido, el más acá.

¿Qué se va a encontrar el lector en estas obras?

Tres temas tan diferentes como apasionantes. Cada uno de ellos lo atrapará en sus historias. Historias llenas de profundas reflexiones enmarcadas en contextos muy diferentes, pero definitivamente acogedores.

¿Qué recomendarías al lector antes de comenzar a navegar por las páginas de esta obra?

Leer textos teatrales es una manera encantadora de trasportarse en las historias, pero lo que más enriquece ese placentero momento, es que en la medida que va avanzando en la historia, se va metiendo en el pellejo de cada personaje como si fuera parte de la misma creación teatral. Por eso, antes de ponerse cómodo para dar inicio a ese delicioso ejercicio de la lectura, métase en los personajes que sentirá representar en su imaginación, con eso, esas mismas historias serán más emocionantes en la medida en que se compenetre con sus protagonistas.

¿Qué nos puede aportar la lectura de Teatro para el descanso?Teatro para el descanso

Teatro para el descanso es…teatro para el descanso. Es decir, una manera diferente de vivir el teatro. Son historias que se encadenan en el tiempo y la distancia, pero serán percibidas en la mente de cada uno como si lo estuviera viendo en una sala de teatro o de cine. Ahora bien, aunque este libro no ha tenido intención de servirse del momento crítico que vive el planeta entero, en donde los espectáculos han quedado relegados al ostracismo, una buena lectura dramatizada, permitiría hacer del texto dramático una manera diferente de vivir el teatro.

¿Qué escritor o escritores te han inspirado más como lector y por qué?

Bueno, ya lo dije al comienzo de esta entrevista, mi primer contacto con la dramaturgia la hice valiéndome de la historia universal. Además, tuve la fortuna de crecer al lado de grandes lectores de diversos temas, lo que me permitió explorar en tal variedad, la literatura que me conquistaría en el tiempo. Con relación a la dramaturgia, me han inspirado muchos autores, comenzando por el escritor colombiano del que ya hice mención, Rafael Arango Villegas, pero también están, Tomás Carrasquilla, que aunque no haya escrito obras de teatro, uno de sus más famosos cuentos se convirtió en una de las piezas teatrales más emblemáticas de Colombia, “A la diestra de Dios padre”. También tuve la oportunidad de ser discípulo de Jairo Aníbal Niño, escritor de cuentos y piezas teatrales de mucho impacto latinoamericano. Mi pasión por el teatro se hace más firme cuando   conozco al maestro Santiago García, dramaturgo, creador teatral y director fundador del grupo de teatro de la Candelaria, punta de lanza de la dramaturgia universal. También fui inspirado por los dramaturgos europeos de mitad del siglo 20, Bertolt Brecht, Darío Fo, Peter Weiss, Ionesco, Federico García Lorca y muchos más.  Sin dejar de lado los autores del siglo de oro: Shakespeare, Lope de vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina y tantos otros que convirtieron el teatro en la más elevada forma del arte universal. También debo mi gusto por el arte dramático a los mismos griegos y sus tres mas representativos trágicos: Eurípides, Esquilo y Sófocles.

¿Cómo surgió la idea de escribir en género teatral?

Primero fui actor de salones de casa, y desde muy niño, luego, me fui metiendo en el campo de la dramaturgia, forzado un poco por la necesidad de crear piezas teatrales que me dieran la posibilidad de poner en escena temas que me inspiraban cuando apenas, muy aficionados, realizábamos montajes que improvisábamos con mucha frecuencia para un público casi siempre casual. Así que, con el aprendizaje y la experiencia en el tiempo me fui metiendo en la escritura dramatizada que he venido perfeccionando.

El libro se divide en tres piezas dramáticas. ¿Escribiste todas a la vez o decidiste compendiarlas en un libro posteriormente?

Cada obra escrita la he creado en tiempos diferentes, con motivaciones diferentes esperando desde luego ponerlas en escena alguna vez. “¿Y todo para qué?”. Esta obra estuvo puesta en escena durante algo más de un año, gracias a un esfuerzo de amigos que nos dimos a la tarea de presentarla al público.  Magnolia hace parte de un proyecto muy ambicioso que desafortunadamente no ha sido posible concretar. “En la noche se lavan los pecados”, texto teatral hizo parte de una convocatoria internacional siendo muy bien calificada.

La tarea del dramaturgo se parece a la del compositor musical, se hace con el propósito de darla a conocer al público puestas en escena.

¿Qué método utilizas a la hora de escribir?

 Bueno, para escribir una obra literaria, lo primordial es tener en la cabeza un tema que contenga una historia que cause impacto. Sin embargo, la dramaturgia nace en la definición del “conflicto”, de ahí en adelante se va desenvolviendo la historia dentro del esquema de la composición literaria. Para escribir piezas teatrales hay que tener en la cabeza el escenario y todo lo que dentro de este ocurra, por eso hay que establecer la manera de manejar el tiempo y el lugar de manera consistente con los recursos técnicos.

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Este es mi segundo trabajo de publicación con editorial Calíope. Mi experiencia en torno a estos trabajos ha sido verdaderamente grata. Editorial Calíope desempeña un trabajo muy riguroso en el cumplimiento de los tiempos y los compromisos adquiridos. Mi relación con la editorial ha sido positiva, fomentando un ambiente de confianza que trae mucha tranquilidad al momento de entregar el resultado de un esfuerzo, empeño al que casi siempre se le hemos dedicado mucho tiempo y energía. En cuanto a la calidad del producto, puedo asegurar que tiene un estándar que podría catalogarla entre las mejores

 

 

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