Entrevista a J. M. Ordoñez, autor de El universo… simplemente

J. M. OrdoñezEntrevista a J. M. Ordoñez, autor de El universo… simplemente.

¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Quién te inspiro a hacerlo?

Comencé a escribir cuando, desde mi adolescencia, estudiando ya en la escuela secundaria, sentí la fiebre de leer, interpretar, y descubrir la claridad, sencillez y simpleza que contienen las obras escritas por grandes hombres escritores, estudiosos de lo espiritual, cósmico, filosófico humano, moral, etc. con lo cual conformé cuadernos con mis propias anotaciones, a lo que llamé, con simple orgullo “mi enciclopedia personal”.

Después de las clases, visitaba frecuentemente la Biblioteca Nacional de Honduras en donde saboreaba el libro de Las confesiones de San Agustín, Obispo de Hipona, la Apología de Sócrates, El Conde de Montecristo, los miserables y muchos más.

La fuente más productiva que llenó mi curiosidad por muchos años fueron

también los artículos concentrados que por largos años ha presentado la revista Reader’s Digest, de los cuales destaco el libro anual llamado “Microbe Hunters” (Cazador de microbios) en donde aprendí que en este nuestro mundo “No existe ningún efecto sin su correspondiente causa”.

Así, de esta manera y como corolario de lo anterior, después de 7 décadas de vida, comencé a escribir el libro: EL UNIVERSO, SIMPLEMENTE, el cual presento con sincera humildad, y Simplemente.

¿Por qué esta obra? ¿Qué te propones con ella?

Esta pequeña obra tiene como objetivo principal promover que tan brillante reciente periodo actual de descubrimientos sobre lo físico del universo, sirva para que la Ciencia Humana y la Fe lleguen a gozar, en forma recíproca de la doble naturaleza espiritual y física que obviamente existe en esta colosal creación.

Que la Ciencia humana no debe perder su rumbo existencial aceptando, pero no ignorando, que cada Científico, al estudiar, con su gran inteligencia, cualquier fenómeno físico del universo, lo descubre y lo desvela, pero no lo crea. Un Arqueólogo descubre los tesoros escondidos por el tiempo, pero estos tesoros fueron creados por una Civilización ancestral. Cada descubrimiento físico hecho por un hombre de Ciencia puede servir para enriquecer su espíritu, no sólo su cerebro.

Por su parte, la humanidad, con su Fe en lo espiritual, no debe disminuir ni en un ápice, la importancia de cada descubrimiento científico y al mismo tiempo, aumentando su Fe en la Infinita sabiduría de su Creador.

La Fe y la Ciencia Humana pueden enriquecerse mutuamente en forma recíproca.

¿Qué va a encontrar el lector en esta obra?

Puede encontrar, que cualquier ser humano, solo con observar a su alrededor, la maravillosa naturaleza que nos rodea sienta dentro de sí

mismo el respeto, amor, el balance y la infinita sabiduría con la que todo lo que existe, fue creado. Que nada puede crearse de la nada.

Que todo el universo y cad a una de sus criaturas han sido creadas y conformadas como un efecto originado de un Ser Superior a lo simplemente físico.

Puede encontrar, en este pequeño libro, que todo lo que tiene vida, se acompaña de leyes naturales preconcebidas; que no hay siquiera una hoja de cualquier vegetal, ni una pequeñísima célula, ni semilla, ni una flor en el sendero, que haya sido creada sin un claro propósito. Puede encontrar, en forma sencilla, que los seres humanos, además de ser usuarios de lo creado, somos también responsables del cuidado de ese equilibrio natural que se necesita para la supervivencia en el planeta tierra.

Puede reconocer la gran importancia que contiene el milagroso fenómeno de la naturaleza que es el binomio que forma la luz del sol con el reino vegetal en tierra, cielo y mar.

Observar que todo ser que goza de vida, participa en el milagroso balance ecológico de la “Madre Naturaleza” que, a decir verdad, hasta ahora ha sido, sin duda, muy descuidado.

¿Qué recomendarías al lector, antes de navegar por las páginas de esta obra?

El universo simplemente

Recomendar al lector que antes de comenzar a leer esta pequeña obra, respire profunda y lentamente y comience a leer también lentamente, comparando su lectura con la importantísima opinión personal que, sobre cada asunto expuesto en estas páginas, pueda tener.

Así, lentamente puede el lector comprender que esta pequeña obra no ha sido escrita “a la carrera” sino en el lapso de una vida entera de algo más que 6 décadas, corrigiendo y escogiendo con paciencia, conclusiones, tratando de encontrar y comprender, sin ser científico, a esta maravillosa creación del Universo… Simplemente se acumuló suficiente información para conjuntar esta obra.

¿Que nos puede aportar la lectura de El Universo… simplemente?

Muchas observaciones, entre las cuales se puede destacar:

Que este mundo nuestro, siendo claramente físico, es finito pues termina donde ya no hay materia creada. De lo contrario, siendo infinitamente físico, la Ciencia humana tendría que buscar “eternamente” lo creado, sin que la humanidad en general, ni siquiera haya comprendido o aprendido a controlar: el balance ecológico de la madre natura ni el balance de la relación pacífica humana en esta mota de polvo, que llamamos tierra, comparada con el casi inconmensurable tamaño de universo.

Que los seres humanos tenemos el deber de usar nuestra inteligencia recibida del mismísimo Creador del universo, para vivir en paz con la naturaleza y nuestros congéneres, no para seguir buscando aumentar el poder destructor de hombre contra hombre usando nefastas bombas atómicas, o armas de destrucción humana.

Que la ley del “libre albedrío humano” fue necesariamente creada para que cada persona, con el debido respeto y libertad, escoja convivir con su prójimo y con lo natural, no lo contrario, con evidente desdén u obvio libertinaje.

¿Qué escritor o escritores te han inspirado más como lector y por qué?

De todo lo que he tenido el placer de leer u observar, puedo destacar mi preferencia por aquellos que, al enfrentarse trabajando o escribiendo sobre un fenómeno cuyo origen es desconocido y produce alguna dificultad, dedican todo su esfuerzo y denuedo en encontrar la causa y así aclarar dicha dificultad.

Destacó aquí la humildad del insigne Doctor en microbiología humana Robert Koch el que, al recibir el premio Nobel de Ciencia, declaró que el lo que hizo fue caminar por un sendero en el que los tesoros se encuentran en ambos lados del camino.

De allí comenzó mi tendencia en concentrar mi práctica profesional en asesoría Agronómica, en la que desde hace medio siglo he podido

encontrar que, en la naturaleza no hay ni un fenómeno que no tenga una causa. De nada sirve solo reconocer el fenómeno, si no se ha encontrado su origen o causa.

¿Que nos puedes hablar acerca de lo que denominas “inteligencia natural”?

La inteligencia natural es lo que contiene la real e inobjetable existencia de todo el universo físico, (equilibrio universal) y muy particular en lo que goza de la maravillosa vida.

No existe en la naturaleza por lo menos terrestre, ninguna ley que no pueda clasificarse como inteligencia natural. La Ciencia física se refiere a ellas como leyes cósmicas y la Ciencia de la Biología y Fisiología vegetal y animal los llama “Instinto natural” en el reino animal y se refiere como “tropismos” a los movimientos que, por esfuerzo propio, hacen los vegetales al crecer.

¿No es acaso un fenómeno de “Inteligencia natural” el que un grano de polen originado en un organismo masculino, sea capaz de fecundar un ovulo femenino y reproducir individuos completos del mismo género y toda esta maravilla ocurrir dentro de una simple flor?

No es sino con “inteligencia natural” que un espermatozoide y un óvulo animal pueden “saber” en qué lugar se encontrará el uno con el otro para ambos fundirse y preservar así el milagroso fenómeno de vida y sin perder el género y familia a la cual ambos pertenecen.

El Gran Creador sabe mejor sobre lo que El Mismo creó.

La Ciencia y la Fe parecen contrapuestas. ¿Realmente crees que es así?

La Ciencia humana, con sus claras excepciones, se divorció públicamente de la Fe humana al exponer la Ley o Tiempo de Plank a través de la cual sólo acepta los fenómenos físicos estudiados, desde una infinitesimal parte de un segundo después de la gran creación, a la que ha llamado “Cronón”.

Así, para la Ciencia, según se ha dicho, lo espiritual es asunto de Teólogos o Poetas. Los que aceptamos un universo físico y espiritual, podemos deducir que lo que busca la Ciencia es tener su brillo propio al descubrir cada fenómeno.

Por supuesto que la Ciencia humana tiene un innegable brillo propio, nada más que ese brillo es el producto del resplandor del Creador del fenómeno solo descubierto, no creado por la Ciencia.

¿Qué método utilizas a la hora de escribir?

Nunca he escrito nada con la idea de publicarlo (con la excepción de esta obra). Mas bien he ido recopilando información por mucho tiempo, pensamientos propios, copias de lecturas hechas, proverbios morales y espirituales, frases que bien pueden servir para escribir varios ensayos de diferentes temas. Mas bien he elaborado, a través de mi asesoría, miles de cartas, resúmenes y consejos sobre la solución de problemas presentados, y con mucha humildad, nadie hasta la fecha ha rechazado mis recomendaciones. En pocas palabras al escribir, me cuido mucho en decir claramente lo que siento, lo que veo y lo que puedo aconsejar.

Valora cómo ha sido tu experiencia con editorial Calíope.

La experiencia con editorial Calíope la valoro con un 100, pues no solamente aceptaron con su gran experiencia, la posibilidad de publicar el libro El Universo simplemente, sino con el cuidado, paciencia y detalle con que han

dado cada paso para asegurar un buen arribo al lector final. Les deseo lo mejor para su bienestar, el propio y el de las personas que se dignen leer esta pequeña y querida obra, SALUDOS.

 

 

 

 

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