Guía para escritores IV: principales errores que encuentran los editores en las novelas que rechazan
¿Cuáles son las razones más habituales que aparecen en la mayoría de las novelas que rechazan?
Si estamos interesados en editar una novela, será interesante saber cuáles son los principales errores que hacen que un editor no siga leyendo un manuscrito.
Estos son algunos de los errores que se cometen a la hora de empezar a escribir una novela:
- Un mal comienzo. El inicio de la historia es lo que va a atrapar al lector. Hay que conectar con el lector en los primeros párrafos. Un comienzo aburrido o con poco ritmo puede hacer que tanto editores como lectores dejen tu libro después de leer tan solo una página.
- No mostrarte tal y como eres. Bien sea porque nos da miedo abrirnos o porque creemos que escribir es otra cosa, muchos escritores incurren en este error. Para escribir bien no debemos hacerlo de la manera más correcta. Debemos saber transmitir lo que queremos transmitir, y esto solo se puede conseguir dando de ti mismo. Los errores que se suelen cometer en este punto son utilizar palabras que no usamos de manera habitual o no conocemos y tener un discurso denso o demasiado lírico.
- Entretenerse demasiado en los detalles. Es vital enganchar al lector al principio de la historia, pero además debemos conseguir mantenerlo interesado durante todo el relato. Las largas descripciones y el relato de hechos irrelevantes para la historia, sirven para decorar, pero no nos podemos detener demasiado. Debemos enmarcar y concretar bien la historia principal.
- Adoctrinar al lector. Si te has decidido a escribir, posiblemente sea porque tienes algo que contar. Debemos transmitir al lector lo que queremos contar, sin sermonearlo o intentar vender una forma de pensar o actuar en la vida.
- Definir el narrador desde el primer momento. Hay que tener claro qué tipo de narrador queremos utilizar para nuestra novela, ya sea narrador protagonista, narrador testigo, omnisciente o cuasi-omnisciente. Si no definimos bien cada secuencia y cambiamos de uno a otro, podemos despistar al lector. Desviarlo de la historia y generar una atmosfera que impida al lector identificarse con los personajes.
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